Gobierno Trump deporta inmigrantes a países distintos de origen
Crecen las preocupaciones tras nuevas medidas de deportación en EE.UU.
En meses recientes, organizaciones defensoras de derechos humanos han alertado sobre una tendencia en las operaciones de deportación del gobierno liderado por Donald Trump: cientos de inmigrantes han sido enviados a países diferentes al de su nacimiento u origen. La situación ha generado dudas en torno a la protección de los derechos de los migrantes y el cumplimiento de acuerdos internacionales.
Casos destacados y nuevas directrices
De acuerdo con reportes divulgados, se han identificado casos donde personas originarias de países latinoamericanos fueron deportadas a territorios que desconocían por completo. Las razones detrás de estos procedimientos son variadas e incluyen dificultades para comprobar la nacionalidad, retrasos o negativas en la expedición de documentos de viaje por parte del país de origen e interpretaciones administrativas de las normativas de inmigración estadounidenses.
Por ejemplo, un ciudadano salvadoreño fue repatriado a Guatemala debido a la falta de respuesta de las autoridades de El Salvador. Otro caso involucra a un inmigrante nicaragüense deportado a México tras permanecer meses en un centro de detención, después de que Nicaragua no expidiera los documentos requeridos. Estos hechos han sido confirmados por organizaciones civiles y abogados de inmigración en Estados Unidos.
El papel del “tercer país seguro”
Una de las razones legales citadas para este tipo de deportaciones es el principio del “tercer país seguro”. Según este argumento, si un inmigrante cruzó por un país considerado seguro antes de llegar a Estados Unidos, puede ser retornado a ese territorio, aunque no sea su lugar de origen. Este principio forma parte de acuerdos suscritos entre Estados Unidos y algunos países de Centroamérica durante la administración Trump. Sin embargo, organizaciones internacionales han señalado que muchos de esos países no garantizan la seguridad ni el respeto de los derechos humanos de las personas deportadas.
Respuesta de las autoridades estadounidenses
Funcionarios de inmigración de EE.UU. han sostenido que actúan conforme a la ley y siguiendo los procedimientos establecidos en situaciones donde el país de origen de un inmigrante no coopera o no acepta el retorno de sus ciudadanos. Indican que la alternativa es llevar a cabo la deportación a un tercer país dispuesto a recibirlo o al último país por el que transitó el migrante antes de llegar a territorio estadounidense.
Impacto en la vida de los migrantes
El resultado de estas prácticas ha tenido consecuencias notables: muchas personas deportadas quedan en situación de vulnerabilidad, sin redes de apoyo, sin documentos legales y en contextos desconocidos para ellas. Diversas organizaciones internacionales y locales han criticado la falta de coordinación y diálogo con los países receptores, así como la posible exposición de los migrantes a riesgos adicionales.
Siguen las investigaciones y los llamados al cambio
Grupos defensores de derechos humanos, abogados y organismos internacionales han exhortado al gobierno estadounidense a revisar estos procedimientos y garantizar la protección de los migrantes, pidiendo transparencia, mayor coordinación consular y un enfoque que priorice el bienestar de las personas afectadas.
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Fuente:
CNN en Español




